En la montaña se aprovecha todo y el membrillo no es una excepción. Adaptado a las frías temperaturas de los inviernos de los Pirineos, este fruto estacional se recoge en otoño. Como se trata de una fruta dura y poco agradecida al paladar en fresco, mayormente se hace carne de membrillo, que permite conservarlo durante tiempo.
Tradicionalmente, en el campo también mezclaban una parte con aceite para hacer una de las variantes más conocidas del alioli tradicional, el de membrillo.
En nuestro Principado y en las comarcas pirenaicas de nuestro entorno, el alioli de membrillo es un condimento muy apreciado que combina con todo tipo de platos, ya sean de carne o de pescado; o también se puede degustar directamente untado sobre una buena rebanada de pan. La tradición lo nombra como uno de los platos típicos de la parroquia de Andorra la Vella.
El alioli de membrillo es una salsa amarillenta espesa, con tonos ligeramente rosados, que en paladar resulta ligeramente picante y hasta puede resultar un punto amargo.
Como otros platos de montaña, este es un alimento muy nutritivo. Sus ingredientes básicos, el ajo, el membrillo y el aceite de oliva, son muy beneficiosos para nuestro organismo por sus propiedades, como las antibacterianas, antiparasitarias y anticancerosas del ajo crudo. El membrillo, por su lado, es una fruta baja en azúcares y rica en fibra y vitamina E, es decir, antioxidante. Y es de sobra conocido el alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes del aceite de oliva. Cabe añadir que, como buen manjar de montaña, también es muy calórico.