La cabra es una especie muy resistente y altamente adaptable a medios difíciles, de las primeras que el hombre domesticó y es, por lo tanto, un alimento milenario. De la cabra se aprovecha la leche, la carne, el pelo y la piel, prácticamente en todo el mundo. En nuestra zona y en las zonas geográficas cercanas, la carne más consumida, dadas las características de esta especie, es la de cabrito: los animales jóvenes.
Se pueden encontrar recetas y elaboraciones con cabrito para todos los gustos y costumbres. La que te proponemos, el cabrito al horno con picadillo de frutos secos, es un plato típico de Andorra la Vella, la capital del país. Como en el caso de otras comidas, es un plato con influencias de la gastronomía catalana tradicional.
Un gran nombre de las especialidades que tienen al cabrito como protagonista se hacen a la brasa, al horno o a la losa y se acompañan de varios condimentos, que combinan perfectamente. La carne del cabrito es una carne roja, más magra, con menos colesterol, grasa y proteína que la del cordero o la ternera, y con menos calorías que la de vacuno o el pollo, que requieren una cocción cuidadosa para que se conserve la textura tierna y el sabor.
Además de la paletilla y la pierna, también son muy apreciadas las costillas, el lomo o el carré, que se suele preparar asado o estofado.